A inicios de esta semana, trabajadores de la mina ubicada en el municipio de Villa de la Paz fueron notificados de manera informal que, a partir del lunes 21 de abril, no debían presentarse a laborar “hasta nuevo aviso”. Esta decisión ha generado gran preocupación entre los empleados, quienes, hasta el momento, no han recibido información oficial por parte de la empresa minera ni de las autoridades sobre la causa de la suspensión.
Sin embargo, según versiones de trabajadores y personas allegadas a la operación de la mina, la suspensión podría estar relacionada con una investigación en curso por parte de autoridades federales, luego de un incidente ocurrido en marzo pasado. De acuerdo con informes, a mediados de este mes, elementos policiales detuvieron un vehículo de alquiler como parte de una inspección de rutina en carreteras del Altiplano potosino.
Durante dicha revisión, los oficiales encontraron un cargamento de explosivos y material químico utilizado comúnmente en demoliciones y actividades mineras. El vehículo, un Nissan Tiida con placas del estado de Nuevo León, transportaba 290 emulsiones de C4 con la leyenda «Emulex Austin Powder Explosivos», 15 rollos de detonadores, 20 estopines de mecha lenta y dos costales de fertilizante fosfato dinámico granulado, según se dio a conocer.
Las autoridades aseguraron el material y detuvieron el vehículo, que tenía como origen el municipio de Matehuala y como destino final el estado de Durango. A raíz del hallazgo, se abrió una línea de investigación para determinar la procedencia de los explosivos y su uso previsto.
Algunas versiones señalan que dicho cargamento pertenecería a la mina de Villa de la Paz, hecho que no ha sido confirmado oficialmente, pero que habría encendido alertas dentro de los organismos federales encargados del control de materiales peligrosos. Se especula que la operación de la mina fue suspendida de manera preventiva mientras avanza la investigación, aunque no hay un pronunciamiento formal de la empresa operadora.
La incertidumbre ha afectado directamente a los trabajadores y sus familias. Muchos de ellos dependen exclusivamente de la mina como fuente de ingreso y, hasta el momento, no se les ha informado si recibirán algún tipo de compensación económica durante el tiempo que dure la suspensión. Tampoco se les ha ofrecido una fecha estimada para retomar sus labores, lo que aumenta la preocupación en la comunidad.