Todos hemos sentido la necesidad de manifestar un milagro en nuestra vida, ese toque divino en la existencia de cada uno de nosotros, que se vuelve tan necesarios en momentos de oscuridad, tristeza, enfermedad, caos o depresión.
Vivimos en un mundo material, lo que muchas veces hace difícil vivir en una frecuencia alta, una frecuencia de amor, que permita la manifestación de los milagros en nuestra vida, sin embargo, una vez que permitimos que la energía divina o a lo que llamamos la luz, se haga cargo de nuestros asuntos, todo lo bueno, santo, milagroso puede ocurrir.
Hace algunos años, me encontraba sumergido en una fuerte depresión y una situación económica difícil, lo que provocó que las deudas se acumularan, esto duró aproximadamente un año, donde mis pensamientos, emociones y acciones solo se enfocaban en todo aquello que hacía falta en mi vida.
No fue, sino hasta que entendí que el Universo se rige por leyes y todo aquello en lo que enfoco mi mente, energía y atención se termina manifestando, no importa si es positivo o negativo todo, absolutamente todo cobra fuerza y termina siendo parte de nuestra experiencia de vida.
En ese tiempo, tenía una deuda que me era difícil pagar, pues mi situación económica no era la más favorable, fue cuando decidí cambiar mis pensamientos y pensé que el mismo trabajo me costaba tener un pensamiento negativo a uno positivo, así que iba a tomar el riego y cambiar mis pensamientos y enfoque.
Así que un día tomé toda esa deuda y comencé a agradecer diciendo; “Gracias, porque esto ha sido pagado”, así le dije a todas y cada de las cuentas, y cada vez que venía el pensamiento a mi mente, de inmediato le decía; “Gracias, por esto ha sido pagado”.
Días después, obtuve el dinero para poder pagar esa deuda, así que fui y al momento de liquidar, me informaron que no había tal deuda, había sido pagada, con cara de asombro revisé y efectivamente había sido liquidada, en ese momento entendí que todos somos co-creadores con Dios y manifestadores de milagros.
Hay personas que me preguntan, si Dios o los Ángeles saben lo que necesito, ¿Por qué no me ayudan? mi respuesta es; primero, pídeselos y segundo comienza a crear un espacio en donde los ángeles puedan estar y permanecer, es decir, comienza a crear un pedazo de cielo en tu hogar, tu mente y tu vida.
Recuerda que los ángeles vibran en alta frecuencia, lo que una mente llena de miedo, dudas, pensamientos negativos y preocupaciones no permite que la alta vibración de los ángeles entre, de igual manera; un hogar sucio, con pleitos, odio, dolor no permite que la energía divina permanezca, pues las bajas vibraciones son como escudos que no dejan entrar a la luz.
Así es que, sería bueno que revisaras como se encuentra tu vida con respecto a tus pensamientos, miedos, creencias y acciones, de igual manera observa tu hogar y define si hay algo que deba cambiar para poder crear un espacio de armonía donde la energía divina sea la que permanezca.
Hoy te comparto unos sencillos pasos que ayudarán a crear milagros en tu vida; pueden sonarte familiares, pero son muy poderosos, porque una vez que te pones en marcha con la energía divina, nada puede detener el flujo de los milagros.
Paso no. 1: Define qué es lo que deseas manifestar, puedes escribirlo y pegarlo en algún lugar donde todos los días lo veas.
Paso no. 2: Sé consciente que todo lo que deseas ocurrirá en el tiempo perfecto y para el bien de todos los involucrados. El universo nunca se equivoca, es perfecto. Puedes usar afirmaciones como “Todo lo que deseo y está alineado con mi espíritu ya está en camino ahora”, “Mis deseos son concedidos bajo la gracia divina”, “Esto o algo mejor”, “Gracias, porque mi deseo ha sido concedido”.
Paso no. 3: No cuentes tu deseo a nadie, recuerda que te encuentras bajo proceso de incubación y puede que tu energía de fe con respecto a que sucederá no se encuentre muy fuerte, por lo que no necesitas energía de otras personas que debiliten la manifestación, así que; no se lo cuentes a nadie , este solo es un pacto entre Dios, tus ángeles y tú.
Paso no. 4: Entrégalo a Dios, es decir, déjalo ir. Una vez que entrega tu deseo a Dios, ya no está en tu cancha, por lo que ya dejó de ser tu asunto, el cómo sucederá ya no te corresponde, recuerda que los caminos y formas que tiene Dios de manifestar los milagros son infinitas, así que una vez entregado tu deseo, asume que es realidad y déjalo ir, con la certeza que está siendo manifestado en tu vida.
Paso no. 5: Haz actividades que eleven tu vibración, medita, canta, haz una obra de caridad, regala sonrisas, usa afirmaciones, ve programas que te mantengan con felicidad, no veas noticias.
Paso no. 6: Visualiza, usa el poder de la imaginación para ver a través de los ojos de tu mente, que tu deseo ha sido manifestado, como reaccionarías si esa noticia llegara, como será el momento, imagina, imagina, imagina que tu deseo es realidad.
Hay una frase de Un Curso de Milagros que dice:
“Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es necesario una purificación.”