En cierres de semestre es muy común ver a cientos de estudiantes agobiados por las múltiples entregas que deben realizar, sin embargo, ¿Cuál es la razón detrás de toda esa desidia que solemos tener al iniciar un proyecto o por qué si lo empezamos tenemos dificultades para terminarlo?
La cultura mexicana es un factor a tener en cuenta, ya que los jóvenes han normalizado tanto el dejar proyectos y tareas a último momento porque creen que la ansiedad y la adrenalina les ayuda a ser creativos, cuando esto solo generará estrés y ansiedad.
Otra de las razones por las cuales solemos procrastinar es debido a los sistemas que hay en nuestro cerebro, así como hay sistemas para el placer (Sis-tema Límbico) hay otras para centrarse en aquellas cosas que debemos realizar (Sistema Ejecutivo o Prefrontal), cuando realizamos una tarea es necesario que el sistema ejecutivo tome el control para poder empezar y finalizar esa tarea, sin embargo, entra en conflicto con el sistema límbico para ganarse un lugar en la actividad a realizar, esto nos hace levantarnos mil veces a comer algo del refri, checar nuestro teléfono cada cinco minutos, etc.
Cuando dejamos que el sis-tema límbico pase sobre el pre-frontal nos encontraremos con una sensación de placer transi-toria acompañada de ansiedad y sentimientos de insatisfacción al no terminar la tarea establecida.
Pese a esto nadie está condenado a no poder ser eficaz y productivo, ya que tenemos la capacidad de entrenar a nuestro cerebro, así que les comparto algunos consejos de psicología para dejar atrás la desidia y la procrastinación.
Solo cinco minutos: La ansiedad que nos genera empezar una tarea que no podamos terminar, es abrumadora para el cerebro, cuando este es una máquina que todo lo que empieza lo tiene que terminar, estudios han demostrados que iniciar una actividad con: “solo cinco minutos” en mente ayuda al cerebro a concentrarse y terminar casi sin darte cuenta de que han pasado más de cinco minutos.
Deja las lamentaciones: El primero de los obstáculos que solemos encontrarnos en el ca-mino al empezar una actividad es “yo no puedo o no creo ser capaz”, en lugar de decirte esto recuerda aquellas veces que concluiste con éxito una tarea y la satisfacción que esto te trajo.
Planifica: Si bien el planificar lleva su tiempo, al final es el truco para saber qué pasos de-bes seguir y en qué momento, has un horario grande y visible y colócalo donde todos en casa puedan verlo, “la presión de grupo” ayudará a la realización de tus tareas.
Se realista y flexible contigo mismo: Fija metas pequeñas y alcanzables, deja tiempo para descansar, salir con amigos y estar con la familia, no te exijas más de lo que debes, y cuando no alcances a concluir un proyecto o meta se flexible contigo y sigue intentando y mejorando.
Se consciente: Esto significa que, si al momento de iniciar una tarea tu pensamiento dice “cinco minutos más” contrarréstalos con “No, ahora mismo” de este modo ayudas a tu sistema prefrontal a dominar sobre el sistema límbico. Recuerde que si a pesar de seguir estos consejos sigue teniendo problemas con la desidia y procrastinación puede iniciar un proceso terapéutico para trabajarlo en sesión, para finalizar les dejo esta frase. “Nuestra cobardía y nuestra desidia tienen la culpa de que el ayer y el mañana sean iguales” (J.L. Borges).