Mala estrategia aplicaron personajes que dicen ser políticos en Matehuala. Muy vivales usaron el incendio del cerro de La Peña para atacar, falsear y para buscar adeptos para la jornada electoral del 2 de junio. El escenario del fenómeno natural fue usado para lanzar ataques al gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, los que estuvieron cerca de esa síntesis compartieron que todo estuvo orquestado por Tomás Zavala.
La finalidad era armar una campaña de desprestigio a Ricardo Gallardo e indirectamente bajar los adeptos que ha logrado el candidato a la presidencia de Matehuala, Alejandro «Jano» Segovia. Estos enredos sin sentido que, seguramente algún asesor le vendió a Tomás Zavala como la mejor estrategia resultaron un fiasco. El asunto no para ahí, lamentablemente querían denostar el trabajo de los brigadistas que han trabajado arduamente día y noche para apagar las llamas.
Hasta ese punto ha llegado esa triste forma de hacer política. La pésima logística del fallido atentado al trabajo de los gobiernos municipal, estatal y federal, incluyó quejas ciudadanas en las que, curiosamente, mencionaban el nombre de Tomás Zavala y lo ponían como héroe en el combate al incendio. Horas después de esas supuestas molestias de ciudadanos, un grupo pequeño de habitantes, en su mayoría de Matehuala, cerraron el paso en la Carretera 57.
Para esto, el supuestamente integrante del Partido Verde, Alejandro Cázares, hizo algunas llamadas a personas cercanas para que estuvieran a tiempo en el evento de protesta. Ahí, los ciudadanos, pidieron la presencia del gobernador, pero fue tan mala la coordinación que solo algunas cartulinas, medio escondidas, pedían hablar con «El Gober». Cuando estaba montado el show, no faltó a quien se le escaparan algunas palabras diciendo que era «mucha raza de Matehuala». Se hicieron pasar por comuneros de los alrededores de La Peña. Parte de los objetivos era darle impulso a Rodrigo Méndez «El Rorro».
Él hizo su parte llevando y repartiendo agua a los asoleados ciudadanos. Buscó lograr algunos votos con la hidratación . Los inconformes fueron retirados por la Guardia Civil de Caminos y no hubo resistencia alguna. Ellos ya habían cumplido. En el grupo que intentaba desprestigiar a todo el que trabajara en el incendio, también se encuentran el presidente de Cedral, Howard Aguilar y el expresidente de Matehuala e investigado por presuntos nexos con el crimen organizado, Iván Estrada. De todas estas mentes no surgió una buena planeación para lanzarse contra Ricardo Gallardo.
El gobernador muy inteligente hizo acto de presencia pero no con el grupo, sino a donde tenía que ir: el incendio forestal. Allá, ya no estaban las mismas caras que se vieron en el bloqueo de la 57. Gallardo pudo constatar el gran trabajo que se ha hecho de parte del presidente Franco Coronado, y de todos los brigadistas que se unieron a lo largo del tiempo que atacó el fuego. Pudo ver que el incendio tenía prácticamente un 90 por ciento de extinguido. Se percató que la comunidad estaba contenta y que solo dos personas se aferraban a una explicación.
Explicación que se veía en la correcta atención al siniestro. Una de las peticiones de inconformes que, se dice, viven en Matehuala era que les entregaran a ellos los víveres para que, a través de ellos, repartirlos. Presuntamente la intención era sacar un provecho político a favor de Tomás Zavala. El gobernador puso fin a las fallidas estrategias de quienes buscaron desestabilizar un correcto trabajo de brigadistas y la perfecta coordinación y comunicación entre los tres niveles de gobierno.
Como plus, les comentamos que a Rodrigo Méndez » El Rorro», candidato a la presidencia municipal de Matehuala, por el Partido Nueva Alianza, le encontraron mensajes comprometedores de sus presuntos vínculos con el crimen organizado en el que extorsiona a algunas personas a nombre de cierto grupo y que en la búsqueda le encontraron varias carpetas de investigación. ¿Por fin se hará justicia? Noelia Cortés, candidata a diputada local por el PRI, PAN Y PRD está siendo objeto de una campaña asquersamente perversa que solo revela la autoría de tan miserables entrañas. No se lo digan a nadie pero se sospecha de el señor del sombrero y el tal Rorro.
Hasta a la próxima con más Tiempo.