La carretera federal 57, una de las más transitadas y estratégicas del país, sigue figurando entre las rutas más peligrosas para transportistas y automovilistas, particularmente en su tramo San Luis Potosí-Matehuala. Así lo denunció Raúl Torres Mendoza, presidente de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC), quien detalló los puntos más críticos donde se concentran asaltos, robos y actos de violencia.
De acuerdo con Torres Mendoza, los sitios de mayor riesgo se ubican en el entronque al Huizache, el entronque a Guadalcázar, el entronque a Santa María del Río y los límites con el estado de Guanajuato. Estos tramos se han convertido en focos rojos para los operadores de transporte de carga, pasaje y vehículos particulares, quienes a diario se enfrentan a la amenaza constante de la delincuencia organizada.
Los transportistas señalan que la falta de patrullajes permanentes y de operativos coordinados permite que grupos criminales operen con total impunidad, afectando gravemente la actividad económica de la región. Cada asalto no solo representa pérdidas millonarias por el robo de productos y unidades, sino también pone en riesgo la vida de los conductores, quienes en muchas ocasiones quedan abandonados en parajes solitarios después de ser despojados de sus vehículos.