La mañana de este martes 14 de octubre, un ciudadano identificado como Francisco transmitió en vivo el momento en que su vehículo era remolcado por una grúa en presencia de varias unidades de la Policía Municipal. En el video, se le escucha exigir una explicación, pero ningún elemento pudo justificar el operativo ni mostrar alguna infracción o referencia al reglamento de tránsito. Aun así, su automóvil fue llevado al corralón.
Según Francisco, primero llegó una patrulla, luego otra y finalmente la grúa. En cuestión de minutos, sin mediar diálogo ni pruebas de una falta, le informaron que tendría que pagar arrastre, multa y corralón. Un procedimiento que, para muchos ciudadanos, se ha vuelto una práctica común entre los tránsitos de Raúl Ortega. Horas más tarde, Tránsito y Vialidad intentó defenderse publicando una versión distinta, aseguraron que el vehículo había dado marcha atrás e impactado una motocicleta en la calle Aramberri y Tenería. Sin embargo, la mentira les duró poco.
“El carro es mío y la moto también es mía. El policía de la moto #28 llegó disque con un reporte de que el vehículo estaba mal estacionado. Ni me dio una infracción y solo se llevó mi vehículo. Bien grosero, ni me dijo los motivos. No hay línea amarilla en ese lugar y han estado carros más adelante que donde yo estaba y no dicen nada”, respondió públicamente el afectado.
La indignación crece entre la ciudadanía, que acusa a los tránsitos de actuar como un grupo de extorsión autorizado por el propio alcalde. La pregunta ahora es clara: ¿hasta cuándo Raúl Ortega seguirá protegiendo estos abusos?