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Tiempo de Hablar I Más vale prevenir que lamentar

Te caiga bien o mal, hay que decirlo con todas sus letras, de todos los gobernadores, Ricardo Gallardo fue el que mejor desempeño tuvo ante las recientes lluvias y tormentas que azotaron gran parte del país. Mientras en otros estados el agua sorprendió a autoridades dormidas, en San Luis Potosí la historia fue distinta, y no por casualidad. La Huasteca sabe de tragedias. No es la primera vez que las crecientes de los ríos arrebatan vidas. Ahí está la memoria viva de lo ocurrido en otros años, cuando la negligencia gubernamental se disfrazó de “tragedia natural”. Pero esta vez, la película tuvo otro final y no gracias a la suerte.

Días antes del caos, Gallardo ya estaba en la zona, metido en la Huasteca. No mandó mensajes por redes ni se asomó en helicóptero para la foto. Movilizó a su gabinete y, lo más difícil todavía, a los alcaldes que suelen desaparecer en contingencias, esos que en lugar de gobernar se la pasan “cascando moscas”. Esa coordinación temprana fue clave. Activó albergues, resguardó familias, distribuyó ayuda y puso en alerta a Protección Civil, al Ejército y a la Guardia Nacional. La instrucción fue clara: primero la vida, luego la infraestructura. Ese simple orden de prioridades marcó la diferencia y permitió que se salvaran cientos de personas.

Mientras en Poza Rica nadie alertó sobre la crecida de los ríos, en Tamazunchale hasta cohetes usaron para avisar a la población. Palmas para ese personal que entendió que, a la hora de la verdad, lo importante no es sonar bonito en conferencias sino actuar. Hoy en día contamos con radares, drones, satélites e incluso inteligencia artificial. Con esas herramientas disponibles, no hay justificación para que una autoridad permita que una contingencia natural se convierta en tragedia, especialmente en zonas identificadas como de alto riesgo y en plena temporada de huracanes.

La responsabilidad de un gobernador no se mide por discursos, sino por planeación y reacción oportuna. Y en esta ocasión, hay que reconocerlo, el Gobierno del Estado hizo lo que le tocaba. Incluso fue el único gobernador que dio información precisa la mañana del lunes 13 de octubre, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum se comunicó por videollamada con los mandatarios estatales. Ahí está el dato frío y contundente, San Luis Potosí se mantiene como el único estado afectado sin fallecidos, mientras en entidades vecinas como Veracruz se registraron pérdidas humanas. Se vale criticar cuando hay falla, pero también se vale reconocer cuando hay acción. No se trata de halagar por halagar, sino de entender que la prevención salva vidas.