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Desalmados abandonan a indigentes foraneos en Matehuala

En los últimos meses, ha comenzado a gestarse una situación alarmante en el municipio de Matehuala: la presencia de indigentes foráneos abandonados en las calles de la ciudad. Este fenómeno ha generado una creciente preocupación tanto en la comunidad local como en las autoridades encargadas de la protección civil, ya que las personas afectadas, en su mayoría abuelitos, llegan desorientados, desamparados y, en muchos casos, gravemente golpeados.

La situación ha revelado una falta de recursos y de redes de apoyo para estos individuos, quienes, tras ser abandonados en el municipio, se ven obligados a enfrentar el frío, la violencia de las calles y la falta de asistencia básica. En muchos casos, los afectados no tienen forma de regresar a sus lugares de origen, ya que las condiciones físicas y psicológicas en las que llegan a Matehuala son tan severas que les impiden moverse o pedir ayuda con claridad.

Los adultos mayores son los más vulnerables a este tipo de abandono. Se encuentran en una situación de extrema fragilidad física, emocional y económica. Al ser dejados en las calles, no solo enfrentan el riesgo de ser víctimas de agresiones físicas, sino también la constante amenaza de desnutrición y enfermedades debido a la exposición a condiciones climáticas adversas. La situación empeora aún más cuando algunos de los indigentes presentan problemas de adicción, lo que complica su capacidad de recibir ayuda y su integración en la sociedad.

Muchos de los indigentes abandonados han sido encontrados en un estado de total desconcierto, sin saber cómo llegaron a Matehuala o por qué fueron dejados allí. Este estado de desorientación, sumado a las dificultades físicas y psicológicas, los hace más susceptibles a caer en un círculo vicioso de abandono. En algunos casos, se ha reportado que algunas personas llegan con graves lesiones, resultado de maltratos previos o accidentes que ocurrieron en el trayecto hacia la ciudad. Sin una red de apoyo ni un lugar seguro donde quedarse, las calles se convierten en su único refugio, con todas las implicaciones negativas que esto conlleva.

«Tenemos gente indigente que no es de Matehuala. Hemos detectado que vienen y los dejan, y entonces tenemos que protegerlos cuando las condiciones son muy extremas», comentó Raúl Ortega Rodríguez, alcalde de Matehuala. A nivel social, los habitantes del municipio han mostrado una gran preocupación por esta situación. Aunque algunos ciudadanos han respondido a la crisis con actos de solidaridad, ofreciendo comida o colaborando con las autoridades locales, la mayoría sigue siendo testigo de un problema que parece crecer sin control.