Unos 2,000 migrantes, provenientes de dos caravanas que partieron el 20 y 26 de enero, continúan su viaje por la costa de Chiapas con destino a la Ciudad de México, mientras algunos mantienen la esperanza de llegar a Estados Unidos. Este martes, un grupo arribó al municipio de Escuintla, y el segundo avanzaba de Mapastepec hacia Pijijiapan.
Ambos contingentes enfrentan una atmósfera de incertidumbre, al enterarse de las deportaciones masivas desde Estados Unidos hacia países como Guatemala, Colombia y México. A diferencia de caravanas anteriores, muchos migrantes ya no piden permisos de tránsito, sino que simplemente buscan avanzar.
Hasta el momento, ni el Instituto Nacional de Migración ni la Guardia Nacional han detenido el éxodo, y las autoridades locales han brindado asistencia humanitaria y custodia en las carreteras para evitar accidentes y agilizar el paso.
