En siete minutos se llevan consigo piezas de valor incalculable, entre ellas joyas pertenecientes a Napoleón Bonaparte y la corona francesa, símbolo de la monarquía gala.
De acuerdo con los primeros reportes, el asalto ocurrió durante la madrugada, cuando los ladrones ingresaron al recinto cultural por una entrada lateral que da acceso restringido a las salas históricas. En cuestión de minutos, sustrajeron las piezas y lograron escapar antes de que llegara la policía.
Las autoridades francesas ya iniciaron una investigación a gran escala, revisando cámaras de seguridad y los protocolos de vigilancia del museo. Fuentes cercanas al caso señalan que el robo fue altamente planificado, con precisión quirúrgica y conocimiento previo de los sistemas de alarma.
El Museo de Louvre permanece parcialmente cerrado mientras se realiza el peritaje correspondiente. La pérdida de las joyas y la corona ha sido catalogada como “un golpe irreparable al patrimonio histórico y cultural de Francia”.
Hasta el momento, no se reportan detenidos, y las autoridades han solicitado apoyo a la Interpol para evitar que las piezas sean vendidas en el mercado negro internacional.