En Tailandia, una tortuga verde llamada Omsin se volvió símbolo del impacto humano sobre la naturaleza. Durante años, los turistas arrojaron monedas a su estanque, creyendo que les traería buena suerte… sin saber que esas mismas monedas la estaban matando.
Cuando finalmente fue llevada al veterinario, los médicos descubrieron algo asombroso: Omsin tenía 915 monedas en su estómago, más de 5 kilos de metal que le impedían nadar y respirar con normalidad.
Tras una cirugía de siete horas, lograron extraerlas todas. Pasó semanas recuperándose hasta que finalmente fue liberada al océano, libre por primera vez en mucho tiempo.
Su historia dio la vuelta al mundo como una advertencia:






