El caso que estremeció a la capital potosina tras el hallazgo de un menor sin vida en la unidad habitacional Ciudad 2000 ha dado un nuevo giro trágico. La mujer investigada como presunta responsable del homicidio de su hijo fue localizada sin vida este jueves por la mañana, colgada de un puente peatonal en la misma colonia donde sucedieron los primeros hechos.
La Fiscalía General del Estado confirmó que desde el pasado domingo se mantenía una búsqueda activa de la mujer, luego de que fuera hallado el cuerpo del niño de siete años en el interior de su vivienda, aparentemente asfixiado. En el sitio se encontró también una carta que presuntamente habría escrito la madre, en la que justificaba su acto, dejaba instrucciones para la cremación del menor y una suma de dinero para cubrir los gastos.
Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer pudo haber cometido el crimen en un episodio de desequilibrio mental. Versiones teorizan que la mujer presentaba indicios de padecimientos psiquiátricos no atendidos. Tras el acto, habría recuperado cierta conciencia sobre lo ocurrido, lo que pudo haberla llevado a experimentar una fuerte culpa que derivó en su decisión de quitarse la vida.
El hallazgo de su cuerpo ocurrió sobre la calle Niños Héroes, en el puente peatonal que cruza el río Españita. Hasta el lugar acudieron elementos de seguridad y peritos forenses para iniciar las diligencias correspondientes. Aunque se mantiene la investigación para confirmar oficialmente su identidad, se presume con alta probabilidad que se trata de la misma mujer implicada en la muerte del menor.
La Fiscalía estatal también ha señalado que indaga posibles omisiones por parte del entorno familiar. El niño vivía con su madre, su abuela y otras tías en el mismo domicilio. Se investiga si estos adultos estaban al tanto del estado mental de la madre y si actuaron con negligencia al no intervenir o supervisar adecuadamente la situación.
Aunque hasta el momento los análisis forenses no han revelado otros signos de violencia física en el cuerpo del menor, los estudios continúan para esclarecer todos los detalles del caso. La sociedad potosina se mantiene conmocionada ante este hecho que combina una presunta enfermedad mental no atendida, negligencia familiar y una profunda tragedia.
