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¿Por qué roncamos?

El ronquido es un fenómeno sonoro que ocurre durante el sueño y que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque a menudo se considera simplemente una molestia para quienes comparten habitación con el roncador, en realidad puede ser un síntoma de condiciones médicas más serias. Comprender por qué las personas roncan requiere explorar factores anatómicos, fisiológicos, conductuales y, en algunos casos, patológicos.

Causas anatómicas y fisiológicas

El ronquido ocurre cuando el paso del aire por las vías respiratorias superiores se ve parcialmente obstruido durante el sueño. Esto genera vibraciones en los tejidos blandos de la garganta, como el paladar blando, la úvula, las amígdalas o la base de la lengua, produciendo el característico sonido ronco. Las personas con una anatomía predispuesta —como un paladar blando largo, una lengua grande, tabique desviado o amígdalas agrandadas— tienen más probabilidades de roncar, ya que estas estructuras reducen el espacio por donde pasa el aire.

Además, la posición del cuerpo al dormir influye notablemente. Dormir boca arriba permite que la lengua caiga hacia atrás, bloqueando parcialmente la garganta. También, durante el sueño profundo los músculos de la garganta se relajan, lo que incrementa la posibilidad de que el conducto se estreche temporalmente y cause vibración.

Factores de riesgo y estilo de vida

Más allá de la anatomía, existen factores que pueden aumentar la probabilidad de roncar. El sobrepeso, por ejemplo, está fuertemente asociado con el ronquido, ya que el exceso de tejido graso en el cuello puede comprimir las vías respiratorias. El consumo de alcohol y sedantes también incrementa el riesgo, al relajar los músculos de la garganta y reducir el tono muscular, lo cual favorece el colapso parcial de las vías respiratorias durante el sueño.

El tabaquismo, al inflamar y congestionar los tejidos respiratorios, y la congestión nasal, provocada por alergias o infecciones, también pueden contribuir significativamente al ronquido. Incluso la falta de sueño puede hacer que las personas entren en fases más profundas del sueño más rápidamente, lo que provoca una mayor relajación muscular y, por ende, más ronquido.

Roncar puede ser más que un ruido

Aunque muchas personas roncan ocasionalmente sin mayores consecuencias, en otros casos puede ser un signo de apnea obstructiva del sueño (AOS), una condición en la que la respiración se interrumpe repetidamente durante la noche. Esta interrupción del oxígeno puede derivar en problemas cardiovasculares, somnolencia diurna, dificultad para concentrarse y otros problemas graves de salud. Por ello, el ronquido persistente y fuerte no debe ser ignorado, especialmente si se acompaña de pausas en la respiración, jadeos o despertares frecuentes.

Comprender por qué las personas roncan es el primer paso para buscar soluciones, que pueden incluir desde simples cambios en los hábitos hasta intervenciones médicas. Lo importante es no minimizar este síntoma y estar atentos a su frecuencia e intensidad, ya que detrás del ruido puede haber una señal de alerta para la salud.