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Presión arterial alta se asocia a obesidad y sobrepeso

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otorga a sus derechohabientes con hipertensión un abordaje –tratamiento- de vanguardia con el Protocolo de Atención Integral (PAI), que consiste en acciones multidisciplinarias para la promoción de la salud, prevención, diagnóstico, tratamiento sin fármacos (mejorando los hábitos saludables) y con fármacos que permiten atender los mecanismos multifisiológicos que alteran la presión arterial, controlarla y evitar infartos en el corazón o en el cerebro.

El Instituto subrayó que este Protocolo de Atención Integral inicia desde la prevención de la hipertensión y el diagnóstico correcto, ya que hasta un 40 por ciento desconoce padecer hipertensión, por lo que recomendó acudir a la clínica familiar para la toma adecuada de la presión arterial.

Dijo que la cifra normal es 120 sobre 80 milímetros de mercurio, pero si esta medición supera a 140 sobre 90 milímetros de mercurio, es necesario un seguimiento y estratificación en un semáforo, que en verde representa bajo riesgo, es decir, que la persona no tiene otras enfermedades y que su presión es menor a 140 sobre 90.

Conforme aumenta la presión arterial y se suman otros factores de riesgo como diabetes, insuficiencia renal o el antecedente de alguna enfermedad cardiaca, el semáforo se pinta de rojo o muy rojo, es decir, en alto o muy alto riesgo, lo que permite dar el mejor tratamiento al paciente; con terapia dual (dos medicamentos) o triple (tres medicamentos) en una sola pastilla, que basta tomar una sola vez al día, en lugar de tomar dos o tres medicamentos en pastillas independientes dos o tres veces al día.

Dijo que la hipertensión arterial puede ocurrir a cualquier edad, pero principalmente se asocia a la edad avanzada por lo que a partir de los 65 años es más frecuente, por la pérdida de elasticidad de las arterias del sistema circulatorio. Sin embargo, la pueden padecer personas desde los 20 años, mujeres embarazadas que pueden desarrollar o empeorar la hipertensión en el último trimestre del embarazo y complicarse con preeclampsia y eclampsia.

La hipertensión es el factor de riesgo más frecuente para tener un infarto en el corazón o en el cerebro; las complicaciones crónicas se pueden manifestar a través de los años con daño en el corazón, riñón, retina, cerebro y circulación periférica. En sus formas más graves puede ocasionar la ruptura de alguna arteria del cerebro y pone en riesgo la vida.

Refirió que en el IMSS se tienen 7.8 millones de derechohabientes con hipertensión, se asocia a la obesidad o sobrepeso y en algunos casos con antecedentes familiares. En tal sentido recomendó mantener el índice de masa corporal menor a 25, caminar por lo menos 30 minutos cinco días a la semana, consumir una dieta saludable, evitar el tabaco y consumo excesivo de alcohol, así como manejar el estrés.