Durante una entrega el repartidor … Kauã Miguel vivió un momento inesperado y con final feliz: al no tener el cliente el dinero completo, ofreció un gatito como forma de pago… y el repartidor aceptó sin dudar.
El pedido costaba $24, pero el cliente solo tenía $20 por lo que dijo:
“Tengo un gatito aquí … ¿Te lo llevas ?”
Con esa “oferta gatuna” inesperada, la entrega terminó convirtiéndose en adopción.
El repartidor aparece mostrando al pequeño, ya tranquilo y cómodo en la caja de la moto.
Para muchas personas, no fue una entrega cualquiera: fue un rescate, un encuentro de destino y el comienzo de una nueva historia de amor.
Este gesto nos recuerda que cada vida importa. Ese gatito, con un “pago inusual” encontró un hogar.
Y nosotros, como amantes de las mascotas, podemos inspirarnos: miles de animalitos esperan una segunda oportunidad, un abrazo y un lugar seguro.





