Durante su participación en el Congreso Internacional Preescolar Inicial 2024, Cristina
Niño Navarro, Directora General de Hediec Digital explicó que estudiar matemáticas es quizá uno de los temores más grandes de los mexicanos, la palabra por sí sola genera conflicto.
Sólo uno de cada cien estudiantes tiene un nivel alto de competencia en este campo y 56 por ciento mantiene un nivel bajo, según resultados de la prueba PISA, además de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el 75 por ciento de los estudiantes mexicanos tiene ansiedad a las matemáticas, se trata de la cifra más alta entre todos los países miembros del organismo.
Ante maestros y pedagogos de diversos países de América Latina, la docente mexicana
habló sobre el impacto de las emociones, positivas y negativas, en el aprendizaje y subrayó el papel protagónico de la dopamina dentro del salón de clases.
“La dopamina es el neurotransmisor necesario para que ocurra el aprendizaje en los seres
humanos, nos incita a descubrir, a explorar y abre nuestra mente a cosas nuevas. Si los
docentes logramos que nuestros alumnos experimenten emociones positivas y generen
dopamina estos tendrán un mejor desempeño, estarán motivados y les aseguro que van a
aprender”.
Pero como en un cuento infantil, también existe el villano: El cortisol, una hormona que se
segrega en las glándulas suprarrenales de los estudiantes cuando sienten alguna amenaza
o experimentan miedo y tiene un gran impacto en el cerebro, esta genera pérdida de
memoria e incluso, bloquea lo aprendido.
“Es importante trabajar para que el cortisol no aparezca, pero en caso de que lo haga,
también debemos estar preparados para eliminarlo de nuestros salones de clase, es
fundamental que los alumnos realicen movimiento intenso, bailen y hasta escuchen música.
La Miss Criss explicó que para es transformar los salones de clases en aulas
neuroeducativas la Metodología Catireen cuenta con ocho pilares:
1. Conocer el cerebro
Mejorar sus procesos de enseñanza es posible si los docentes tienen una comprensión
plena del cerebro y de lo que pasa en él cuando aprende.
2. Fortalecer la atención y memoria
Promover que los alumnos quieran poner atención y estén abiertos a memorizar y entender lo que les están enseñando.
3. Aplicar las TIC en la enseñanza
Vincular a sus alumnos con las nuevas tecnologías los mantendrá actualizados y con la
posibilidad de incorporarse a ámbitos laborales.
4. Hacer test de inteligencias múltiples
Entender que existen distintos tipos de inteligencia posibilita que los docentes potencien las fortalezas de sus alumnos. Los alumnos deben saberse y sentirse inteligentes.
5. Dar las herramientas para la resolución de problemas y pensamiento lógico
Desarrollar la habilidad de pensamiento lógico y matemático para que los alumnos no sólo
sepan sumar o multiplicar sino resolver problemas.
6. Impulsar el juego y la gamificación
Segregar dopamina a través del juego y la gamificación es fundamental en el aprendizaje.
7. Evaluar sin estresar
Implementar mecanismos e ideas novedosas de evaluación servirá para que los alumnos no generen cortisol.
8. Aplicar la neuroeducación en el aula
Impulsar actividades disruptivas puede ayudar a que los alumnos cambien el chip y le
pierdan el miedo al aprendizaje y a las matemáticas.