La muñeca Annabelle, famosa por inspirar la saga de terror «El Conjuro», se convirtió en el centro de teorías conspirativas en redes sociales luego de que su visita a Nueva Orleans coincidiera con dos hechos inquietantes: un incendio que destruyó la histórica Plantación Nottoway el pasado 15 de mayo y la fuga de 10 reclusos del Centro de Justicia de Orleans un día después.
Durante su estancia en la ciudad los días 13 y 14 de mayo como parte de una gira organizada por Ghost City Tours, usuarios en redes comenzaron a especular que mover a Annabelle de su sitio habitual fue un error. Algunos incluso culparon directamente a la muñeca de atraer energías negativas que desataron estos eventos.
Ante la creciente ola de comentarios, Tony Spera, custodio de Annabelle y yerno de los reconocidos investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, aclaró que la muñeca “nunca estuvo fuera de control”. Aseguró que durante toda la gira fue trasladada bajo estrictas medidas de seguridad, que incluyeron bendiciones religiosas, acompañamiento de un sacerdote católico y el uso de agua bendita, aceite sagrado y cruces talladas en su vitrina de resguardo.
Spera explicó que Annabelle, una muñeca de trapo tipo Raggedy Ann, ya fue devuelta a su vitrina en el Museo Oculto Warren, ubicado en Connecticut, donde permanece bajo resguardo, aunque el recinto continúa cerrado al público. Por su parte, Tim Nealon, fundador de Ghost City Tours, reconoció que al principio creyó que las acusaciones eran bromas, pero luego se sorprendió al ver cuántas personas realmente creen que la muñeca tiene algún tipo de poder. La empresa también recibió críticas en redes sociales, donde algunos usuarios la acusaron de “provocar fuerzas oscuras”.
A pesar del misterio y las especulaciones, Spera fue tajante: Annabelle no tiene relación alguna con los hechos ocurridos en Nueva Orleans. Según él, la muñeca sigue resguardada con los mismos cuidados con los que ha estado protegida desde que fue incluida en las investigaciones de los Warren.
