En México, solemos referirnos como «dolor de caballo» al dolor repentino que sentimos en un costado del abdomen durante o después de hacer ejercicio, especialmente al correr.
Este fenómeno es conocido científicamente como dolor abdominal transitorio asociado al ejercicio (DATAE) y se produce debido a una respiración inadecuada, ya sea por inhalar precipitadamente por la boca o inhalar demasiado aire, lo que causa un roce entre los pulmones y el peritoneo.
La deshidratación también puede ser un factor, por lo que beber suficiente agua puede ayudar a prevenirlo.
¿Cómo aliviar el dolor de caballo?
- Lo primero que debes hacer es ponerte en cuclillas, apoyar las manos en las rodillas y mirar al frente. Inhala rápidamente por la nariz y exhala lentamente por la boca en un lapso de 10 segundos. Repite este proceso tres veces.
- Si esto no resulta, acuéstate boca arriba, coloca las manos debajo de los glúteos y levanta las piernas. En esta posición, inhala y exhala profundamente tres veces consecutivas.
- Si ninguno de los métodos anteriores funciona, puedes aplicar una compresa fría o tibia en el abdomen. El calor ayudará a relajar los músculos, mientras que el frío reducirá la inflamación. Cualquiera de las dos opciones, durante 15-20 minutos, puede aliviar el dolor de caballo.