Para mantener sano a un gato y a tu familia debemos bañarlo, aunque muchas personas aún siguen creyendo que los gatos no se bañan, porque ellos se limpian a diario por sí mismos, sin embargo los expertos lo recomiendan.
Pues bien como sabemos, los gatos son animales muy limpios. También es muy común que los peluditos entren en pánico al agua. Aprende hoy cómo dar un baño a un gato. La capacidad de utilizar la lengua y los dientes para acicalarse es una de las principales características y ventajas de los gatos. Sin embargo, hay ocasiones en las que se ensucian con algo de lo que no se pueden deshacer. En este caso tenemos que ser los humanos quienes hagan la tarea.
Lo que los especialistas recomiendan es no bañar a los gatos de manera frecuente, a menos que el animal accidentalmente tenga una sustancia tóxica en su piel que debamos retirar o si presenta un problema dermatológico (hongos, bacterias, pulgas, etc) que requiera baños semanales. O si el gato está muy sucio o no puede limpiarse por sí mismo.
Pasos para bañar a tu gato
Lo ideal para dar un baño seguro a nuestro amigo es que sea en el lavabo, por la altura y el tamaño.
Es mejor es dejar unos centímetros de agua tibia e intentar acostumbrarlo al ruido de la llave.
Lo mejor es que tú minino este relajado y transmitir calma al animal a través de caricias, una voz con un tono suave, etc.
Cuando realicemos un baño seguro para el gato, elegiremos un momento en el que esté tranquilo. Un buen truco es jugar con él antes del baño para que queme energías y esté relajado.
Antes de mojarlo le daremos un buen cepillado para eliminar pelos sueltos y nudos, sobre todo si tiene el pelo largo y también quita la caspa de gato.
Debemos recordar ponerle algodón en los oídos para que no le entre agua y así evitar posibles infecciones.
Antes de correr el agua, tenemos que colocar una base para evitar que el gato se resbale, como cuando bañabas a tus bebes.
La forma más cómoda de mojar a nuestro felino es con una ducha de mano.
Cuando ya lo hayamos humedecido, vierte champú para gatos y aplicaremos masajes en el sentido del crecimiento del pelo.
Siempre ten cuidado de no mojar la cara y las orejas de tu gato: si el agua entra por su nariz, entonces notarás que tu mascota respira pesadamente y con dificultad.
Al momento del enjuague, asegúrate de que se haya eliminado todo el champú. Los desechos podrían irritar la piel de tu gato e incluso actuar como reticente al polvo o la suciedad.
Si queremos limpiar la cara, lo haremos humedeciendo un paño limpio con agua tibia y pasándolo delicadamente. En caso de que la cara esté muy sucia, se recomienda diluir un poco de champú en agua. Siempre tendremos cuidado de no tocar sus ojos.
Momento del secado
Una vez limpio y escurrido, toca el secado. Lo envolvemos en una toalla y lo secamos en un lugar cálido y siempre alejado de las corrientes de aire. Si el ruido no te molesta, podemos intentar usar la secadora.
Para que nuestro amigo asocie el baño con una buena experiencia le preparamos una buena recompensa que podrá darle inmediatamente después de haber terminado de secarlo. A las mascotas les encantan los premios, especialmente si vienen en forma de snack. Es muy importante que sepas que si desde pequeño lo acostumbras al baño, de grande no tendrás ningún inconveniente cuando crezca, ya que estará acostumbrado