Una de las leyendas urbanas más populares del país, conocida como el “Caso Cañitas”, sigue generando debate más de cuatro décadas después. Según el relato difundido por Carlos Trejo, escritor e investigador de fenómenos paranormales, todo comenzó en una noche de mayo de 1982, cuando él y seis personas realizaron una sesión de ouija en la casa ubicada en el número 51 de la calle Cañitas, en la Ciudad de México.
El grupo reunido, entre ellos su hermana Norma, su esposa Sofía, dos adolescentes, y Emmanuel, novio de Norma, intentaba contactar al espíritu del exnovio fallecido de Norma. Según los testigos, lo que comenzó como un experimento espiritual terminó en una serie de fenómenos paranormales tipo poltergeist: objetos volando, golpes inexplicables y mensajes obscenos a través de la ouija.
El momento más tenso ocurrió cuando Emmanuel convulsionó y gritó frases en voz alterada, como “¡nunca podrán parar lo que ustedes desataron!”. Más tarde, al rociarle agua, gritó: “¡Me quema, me quema!”, aunque una de las presentes reveló que no era agua bendita, sino del grifo. Emmanuel afirmó después no recordar nada.
Al día siguiente, el grupo acudió a una iglesia local en busca de ayuda. El sacerdote que aceptó asistir a la casa realizó un exorcismo en el que, según el relato, puertas se abrieron solas, ventanas se quebraron y una Biblia cayó al suelo manchada de sangre. Días después, el cura falleció misteriosamente la misma noche que volvió del exorcismo.
En busca de otra solución, recurrieron a una bruja, quien les ofreció un amuleto protector. Pero al volver al día siguiente en busca de un remedio más fuerte, encontraron la casa de la mujer completamente abandonada. Unos niños del lugar les informaron que ahí no vivía nadie desde hace más de 20 años, y que efectivamente era la casa de una bruja… ya fallecida.
Según Trejo, de las siete personas que participaron en esa sesión de ouija, cuatro murieron dentro de la casa y dos más fallecieron en accidentes de auto al intentar ayudar con el caso. Carlos Trejo sería el único sobreviviente, aunque su esposa murió tiempo después tras padecer una enfermedad desconocida que le fue “consumiendo la vida”.
Aunque el “Caso Cañitas” ha sido severamente cuestionado por investigadores y desmentido por varios de los supuestos testigos, continúa como una de las historias paranormales más difundidas en México, inspirando libros, documentales y debates sobre su veracidad.