El XII Festival de Música de San Luis Potosí concluyó con una velada memorable el pasado sábado 22 de noviembre, cuando el barítono François I. Martínez ofreció en el Templo de San Juan de Guadalupe el concierto Canciones que mi madre me enseñó, una presentación que también marcó la celebración de sus 12 años de trayectoria artística.
Desde las primeras notas, Martínez impuso el tono emotivo de la noche con una interpretación de gran sensibilidad. Con una voz cálida, pero dotada de una potencia, llenó cada rincón del templo y guio al público por un repertorio que atravesó idiomas y estilos: del checo al alemán, del italiano a lo profundamente mexicano. La versatilidad vocal del barítono se convirtió en uno de los elementos más comentados por los asistentes.
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El programa brilló aún más gracias a la presencia de destacados artistas invitados. La soprano huasteca Leila Sánchez, con una voz inigualable y una expresividad creciente, aportó dramatismo y color a la selección de obras, confirmando su prometedor camino en la escena lírica. De igual manera, el flautista Rafael Segura protagonizó uno de los momentos más celebrados con una impecable y emotiva interpretación del Ave María, que le valió una cálida ovación.
El acompañamiento instrumental aportó cohesión y claridad al recital. La violinista Xiomara Martínez ofreció líneas delicadas y precisas, mientras que el pianista José Pablo Almendárez sostuvo y enriqueció cada pieza con un toque refinado y sensible, creando una atmósfera íntima y luminosa.
Con obras de Dvorák, Schubert, Di Capua, Lara y Esparza Oteo, entre otros, el concierto se desarrolló como un recorrido afectivo que entrelazó memoria, herencia y emoción. Así, entre aplausos prolongados, François I. Martínez cerró no sólo un festival, sino un capítulo significativo en su carrera, reafirmando su lugar como una de las voces potosinas más destacadas del panorama lírico actual.
