Los cenotes de Cuzamá, ubicados en el corazón de Yucatán, son uno de los destinos naturales más impresionantes y visitados de la región. Estas formaciones de agua cristalina, surgidas de antiguos suelos calizos, ofrecen a turistas y locales un espacio ideal para nadar, explorar y conectar con la naturaleza en un entorno único.
Su belleza y particularidad los han convertido en un atractivo imprescindible dentro de la oferta turística de Yucatán. La travesía para llegar a estos cenotes es una experiencia en sí misma, ya que muchos visitantes recorren el trayecto en carretones tirados por caballos, atravesando zonas rurales llenas de vegetación y tranquilidad.
Entre los cenotes más destacados están el Chelentún, Chansinic’ché y Bolonchojol, cada uno con características especiales que permiten bucear en aguas profundas o simplemente disfrutar de un refrescante chapuzón rodeado de formaciones rocosas y vegetación tropical.
Además de su valor turístico, los cenotes de Cuzamá son un importante patrimonio natural y cultural para Yucatán, ya que estas cavidades subterráneas fueron sagradas para los antiguos mayas y continúan despertando admiración por su ecosistema y belleza.
