Un equipo de científicos chinos ha logrado un avance sin precedentes en el tratamiento de la diabetes tipo 2, al conseguir que un paciente, después de más de 20 años con la enfermedad, recupere la producción natural de insulina mediante una innovadora terapia celular.
La técnica utilizada consistió en reprogramar células extraídas de la sangre del propio paciente para convertirlas en células pancreáticas capaces de generar insulina. Tras pocas semanas de recibir el tratamiento, el paciente dejó de depender de medicamentos y mostró una notable mejoría en su salud metabólica.
Este avance, aún en fase experimental, representa una esperanza para millones de personas en el mundo que viven con diabetes tipo 2. Los especialistas destacan que se trata de un paso clave en la medicina regenerativa, y aunque aún falta tiempo para su aplicación a gran escala, ya se perfila como una alternativa revolucionaria en el tratamiento de enfermedades crónicas.