El chocoflan es un postre que combina dos clásicos de la repostería: el flan y el pastel de chocolate, sin embargo, aunque su origen exacto no está del todo claro, es pieza fundamental de la repostería en América Latina gracias a su sabor inigualable.
Se cree que el chocoflan tiene influencia francesa gracias a la inmigración de franceses a México en el siglo XIX. La tradición del flan, que es un postre suave y cremoso hecho a base de leche, huevos y azúcar caramelizada, llegó a México desde Europa, y con el tiempo, los mexicanos comenzaron a experimentar añadiendo una capa de bizcocho de chocolate, creando así una fusión deliciosa conocida como chocoflan o pastel imposible.

La preparación del chocoflan implica hacer dos mezclas: una para el pastel de chocolate y otra para el flan. Primero, se coloca caramelo líquido en el fondo del molde y se vierte la masa del pastel, seguida por la mezcla de flan.
Durante el horneado, que suele hacerse a baño María durante aproximadamente una hora y veinte minutos, las dos mezclas se separan mágicamente debido a sus distintas densidades, quedando el flan en la parte superior y el pastel en la inferior. Al desmoldar, se obtiene un postre con una textura doble y una presentación característica que sorprende y deleita.

La receta tradicional del chocoflan requiere ingredientes básicos como harina para pastel de chocolate, huevos, leche condensada, leche entera, azúcar para el caramelo y esencia de vainilla. Aunque existen variantes, la clave es el baño María para la cocción y el tiempo adecuado para lograr la perfecta firmeza y textura suave del flan junto con el bizcocho esponjoso. Al finalizar, se enfría en refrigeración durante un par de horas y se desmolda con cuidado para exhibir su mezcla de colores y texturas.