El horror contemporáneo tiene en “Bring Her Back” una de sus apuestas más inquietantes de los últimos años. Los hermanos Danny y Michael Philippou han logrado construir una obra que se aleja de los sobresaltos fáciles para sumergir al espectador en una atmósfera opresiva, donde la incomodidad es tan persistente como el propio miedo. La trama sigue a dos hermanastros envueltos en un ritual oculto con el que buscan devolverle la vida a la hija de su madre adoptiva, un punto de partida que da pie a un viaje emocionalmente intenso y perturbador.
El centro de la película es, sin lugar a dudas, la interpretación de Sally Hawkins. Su papel como Laura, la madre adoptiva que esconde oscuros propósitos detrás de un aparente cariño maternal bastante escalofriante. Hawkins rompe con la dulzura que ha caracterizado muchos de sus papeles anteriores y entrega una actuación capaz de sostener por sí sola la tensión narrativa. Es un retrato complejo, ambiguo y profundamente perturbador, que se queda grabado en la memoria.
Los Philippou han demostrado un manejo maestro del horror psicológico. Más allá de los clásicos jump scares, la película mezcla sobresaltos con incomodidad prolongada, generando una experiencia donde lo que aterra no es solo lo que ocurre en pantalla, sino lo que se sugiere y se esconde en las sombras. Esto convierte a “Bring Her Back” en una pesadilla inquietante que se desarrolla lentamente hasta volverse insoportable.
Uno de los mayores aciertos del filme es su apuesta por los efectos prácticos en lugar del CGI. Cada escena violenta o grotesca adquiere un peso mucho mayor gracias a lo tangible de lo que se muestra en pantalla. Sumado a una fotografía que juega con ambientes húmedos y claustrofóbicos, el resultado es un despliegue visual que se graba en la retina.
No obstante, “Bring Her Back” no es perfecta. Su narrativa a veces se siente fragmentada y sobrecargada, con ideas que no terminan de encajar en un todo coherente. Sin embargo, el impacto emocional y estético prevalece. Es, en definitiva, una obra potente dentro del horror moderno, un relato visualmente perturbador, emocionalmente desgarrador y sostenido por una actuación central brillante. Una película que no se limita a asustar, sino que incomoda, sacude y deja una huella imborrable en quienes se atreven a verla.