En los últimos años hablar del consumo de la cannabis ha sido toda una polémica en diferentes países y sectores de la población, hay quienes se oponen totalmente a su consumo y otros que buscan su regularización en el mercado. Más allá de las regulaciones y los tabúes sociales que rodean el THC, los efectos de la marihuana pueden variar según el sexo de la persona que la consume.
Entre las diversas formas de consumir cannabis, una de las más comunes es a través del cigarrillo, conocido coloquialmente como churro, gallo o porro. En esta modalidad, los efectos se hacen presentes en cuestión de minutos: el ritmo cardíaco se acelera, las vías respiratorias se relajan y los ojos se dilatan. La sensación de placer y euforia diluida suele ser común, aunque también pueden presentarse náuseas y sequedad bucal.
Estos efectos se deben principalmente al THC, el componente psicoactivo principal de la marihuana, que actúa sobre los neurotransmisores en el cerebro, alterando el estado de conciencia. Sin embargo, según Royal Queen Seeds, una distribuidora legal de semillas de cannabis, los efectos pueden variar entre hombres y mujeres.
Se sugiere que los hombres podrían experimentar efectos psicotrópicos más intensos que las mujeres, lo que aumentaría el riesgo de desarrollar dependencia al THC. Esta diferencia se atribuye a la interacción de las sustancias con las hormonas sexuales, especialmente la pregnenolona, precursora de todos los esteroides, que puede modular la activación del receptor de cannabinoides.
Aunque los efectos a largo plazo son similares para ambos géneros, como la pérdida de memoria y la disfunción sexual, las restricciones en el consumo de marihuana han limitado la investigación científica, muchas veces basada en argumentos morales poco sólidos.
Además, cuando se fuma marihuana, el THC y otras sustancias químicas de la planta pasan de los pulmones al torrente sanguíneo, lo que produce efectos casi inmediatos como euforia, relajación y alteración sensorial. Sin embargo, las reacciones pueden variar, y algunas personas pueden experimentar ansiedad o pánico. El consumo de marihuana en alimentos o bebidas puede retrasar los efectos y llevar a una ingesta inadvertida de THC, lo que puede causar reacciones desagradables temporales.