Desde 2013, la franquicia de videojuegos WWE 2K se ha convertido en el principal escaparate digital del universo de la lucha libre profesional, una vez que la empresa 2K Sports tomó el control del desarrollo de los títulos tras la desaparición de THQ. Desde entonces, los juegos han buscado mezclar el entretenimiento deportivo con la tecnología de vanguardia, acercando a los fanáticos a la experiencia del ring como nunca antes.
Cada año, WWE 2K lanza una nueva entrega que no solo incluye a los luchadores más populares del momento, sino también a leyendas del pasado, escenarios clásicos y modos de juego que permiten desde revivir combates históricos hasta crear historias originales. El modo “MyRISE”, por ejemplo, permite a los jugadores iniciar una carrera desde cero y llevar a su personaje personalizado hasta la cima de la WWE.
Sin embargo, la franquicia no ha estado exenta de tropiezos. WWE 2K20 fue duramente criticado por sus múltiples errores técnicos y gráficos, lo que llevó a la desarrolladora a suspender temporalmente la saga principal en 2021 y enfocarse en un rediseño más estable y ambicioso. El resultado fue WWE 2K22, que marcó un punto de recuperación con una jugabilidad más fluida, gráficos mejorados y una recepción mucho más favorable por parte de la comunidad.
La edición más reciente, WWE 2K25, ha incorporado nuevas dinámicas interactivas, mayor realismo en las físicas de combate y un roster ampliado con superestrellas internacionales. Además, el juego ha integrado mecánicas de universo narrativo, en el que las decisiones del jugador afectan el desarrollo de las rivalidades, alianzas y campeonatos.
La franquicia WWE 2K no solo busca capturar la esencia del entretenimiento deportivo, sino también adaptarse a las nuevas exigencias de una comunidad global de jugadores que valora tanto la autenticidad como la innovación. Con cada título, 2K continúa perfeccionando su fórmula, consolidando su dominio en el género de lucha libre virtual.
