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Crecen problemas de salud mental en trabajadores mexicanos

El bajo índice de salarios, las extensas jornadas laborales, la sobrecarga de actividades, la falta de objetivos claros y un mal estilo de liderazgo, junto con la creciente incidencia de violencia en el entorno laboral, son factores que aumentan el riesgo psicosocial de los trabajadores, según advierte un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Erika Rosalía Villavicencio Ayub, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, destaca que antes de la pandemia, se estimaba que una de cada cuatro personas activas laboralmente en México tenía algún trastorno mental. Sin embargo, con el impacto de la pandemia, esta cifra ha aumentado, afectando a aproximadamente el 45-50% de los trabajadores en la actualidad, abarcando no solo la depresión, sino también ansiedad y estrés.

La experta enfatiza que el espacio de trabajo refleja las condiciones sociales, volviéndose cada vez más comunes las circunstancias adversas para millones de empleados. Villavicencio Ayub subraya la gravedad de la situación al mencionar que solo uno de cada seis trabajadores con trastornos mentales busca tratamiento, mientras que la mayoría normaliza sus síntomas, lo que puede llevar a consecuencias devastadoras.

La depresión, señala la especialista, contribuye significativamente al alto índice de ausentismo laboral en las empresas. Existe un estigma en torno a los problemas mentales, tanto por la falta de atención médica adecuada como por el miedo a posibles repercusiones laborales, como la pérdida de oportunidades de ascenso o evaluaciones negativas.

Villavicencio Ayub destaca que las organizaciones tienen la responsabilidad de abordar preventivamente estos problemas, conforme a la NOM-035, normativa mexicana que busca identificar, analizar y prevenir factores de riesgo psicosocial. Sin embargo, pocos han implementado cambios significativos en su cultura organizacional.

La experta enfatiza que abordar estos problemas no solo beneficia a los empleados en términos de salud mental, sino que también mejora la productividad y el ambiente laboral, generando un ciclo positivo para ambas partes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 5% de la población mundial, equivalente a 400 millones de personas, padece depresión, subrayando la urgencia de abordar este problema a nivel global.