Las fiestas de fin de año han concluido y más de una persona tiene el refrigerador lleno de tamales, pozole o cualquier platillo preparado para los eventos familiares; a esto en México se le conoce como el popular “recalentado” y es muy común que se coma durante los días posteriores a las fiestas, pero es importante cuidar que no se echen a perder o causarán más de un daño estomacal.
De acuerdo a especialistas de Gatrolab, por lo general los platillos con caldo, como pozole, menudo duran de 1 a 2 días en perfectas condiciones en el refrigerador, pero ya después su sabor empieza a cambiar. Lo mismo pasa con los guisados con carne, debido a que esta es un poco más delicada y a la menor provocación, se puede echar a perder, especialmente si es procedente de un caldo como ocurre con el pollo o puerco. También, es importante señalar que las salsas hacen que la carne dure un poco más, pero no demasiado, quizá te aguanten unos 3 días.
En cuanto a la textura los tamales que están malos tendrán moho, además el color también cambiará de un color amarillento a naranja o rosa. Si se nota moho y cambios de color, lo recomendable es tirar los tamales enteros. Importante mencionar que si están en refrigerador, como máximo durarán una semana.