La música de banda, especialmente la banda sinaloense, es uno de los géneros más representativos de la cultura mexicana. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando inmigrantes alemanes y franceses llegaron a México, particularmente al estado de Sinaloa, trayendo consigo instrumentos de viento y cuerda, así como melodías como polkas, valses y mazurcas.
Estos inmigrantes introdujeron instrumentos como la tuba, el trombón y la trompeta, que fueron adoptados por las comunidades locales. La fusión de estas influencias europeas con las tradiciones musicales indígenas y mestizas dio lugar a un nuevo estilo: la banda sinaloense.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las bandas comenzaron a consolidarse en la región. Una de las primeras agrupaciones reconocidas fue la Banda Los Tacuichamona, formada en 1888.
Sin embargo, fue en 1938 cuando Cruz Lizárraga fundó la Banda El Recodo en El Recodo, Sinaloa, marcando un hito en la historia del género. Conocida como «La Madre de Todas las Bandas», El Recodo llevó la música de banda a escenarios nacionales e internacionales, colaborando con artistas como José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel.
Hoy en día, la música de banda es un símbolo de identidad para muchos mexicanos, especialmente en el noroeste del país. Su evolución ha incorporado diversos estilos, desde rancheras y corridos hasta cumbias y baladas, manteniendo viva una tradición que nació de la mezcla cultural y que sigue resonando en el corazón de México.