El descubrimiento de un lagarto marino, apodado por algunos como «monstruo marino», agrega una nueva pieza al rompecabezas de los antiguos ecosistemas oceánicos y fortalece la afirmación de que los océanos prehistóricos eran radicalmente diferentes a los de la actualidad.
Este sorprendente hallazgo fue presentado ante la comunidad científica a través de un artículo publicado en Cretaceous Research. Los paleontólogos documentaron el estudio realizado en un cráneo y partes del esqueleto del lagarto marino, recolectados en una mina de fosfato al sureste de Casablanca, Marruecos.
El animal, bautizado como Khinjaria acuta, pertenece al género extinto de reptiles acuáticos conocidos como mosasaurios, que dominaron los océanos hace entre 70 y 66 millones de años. Con un tamaño comparable al de una orca (7-8 metros), destacaba por sus poderosas mandíbulas y largos dientes en forma de daga.
Este lagarto marino formaba parte de una fauna de depredadores extraordinariamente diversa que habitaba el océano Atlántico frente a las costas de Marruecos. Sin embargo, al igual que los dinosaurios y otros reptiles marinos prehistóricos, su existencia llegó a su fin debido a las consecuencias del impacto de un meteorito en la península de Yucatán, México.
