Desde modelos largos, cortos, unicolores o estampados, el vestido (del latín vestitus) ha definido al género femenino.
Es un gran aliado para el uso cotidiano o alguna ocasión especial como fiestas, 15 años, un cóctel y el más hermoso de todos: el soñado vestido de novia.
La época de la prehistoria marcó el inicio del uso de prendas de vestir en los seres humanos, debido a la necesidad de cubrir el cuerpo por las temperaturas extremas y los cambios climáticos.
El uso del vestido como prenda exclusiva femenina comenzó a finales del siglo XIII, caracterizado por un corsé que enfatizaba el busto y el torso femenino, cubriendo en su totalidad la parte inferior del cuerpo y la ropa interior que se usaba en la época, hasta evolucionar a una variedad de diseños, largos y colores.