El dolor de garganta es uno de los malestares más comunes, especialmente en temporadas de frío o cambios bruscos de temperatura. Aunque la mayoría de los casos no representan un riesgo grave y suelen mejorar en pocos días, especialistas en salud recomiendan tomar medidas tempranas para reducir las molestias y evitar complicaciones.
De acuerdo con médicos generales y otorrinolaringólogos, el dolor de garganta suele ser causado por infecciones virales —como resfriados o gripe—, irritación por contaminación, uso excesivo de la voz o incluso alergias. En estos casos, existen tratamientos caseros seguros que pueden ayudar a disminuir la inflamación y el ardor.
Entre las recomendaciones más frecuentes destacan los gargarismos con agua tibia y sal, uno de los métodos más utilizados para desinflamar y reducir bacterias superficiales. Asimismo, beber líquidos calientes, como tés de manzanilla, jengibre o miel con limón, ayuda a lubricar la garganta y disminuir la irritación.
Los especialistas también señalan la importancia de mantener una buena hidratación, evitar exponerse a humo de cigarro y descansar la voz. Para quienes presentan dolor moderado, medicamentos de uso común como paracetamol o ibuprofeno pueden aliviar las molestias, siempre que se utilicen siguiendo las indicaciones médicas o de la etiqueta.
Sin embargo, los expertos advierten que hay señales que requieren atención profesional. Si el dolor de garganta dura más de tres días, se acompaña de fiebre alta, dificultad para respirar o tragar, presencia de puntos blancos en las amígdalas o inflamación severa del cuello, es necesario acudir a consulta, pues podría tratarse de una infección bacteriana como faringitis o amigdalitis que requiere tratamiento con antibióticos recetados.
Mientras tanto, la mayoría de los casos pueden manejarse en casa con cuidados básicos. Con hidratación adecuada, descanso y medidas simples, el dolor de garganta suele desaparecer sin mayores complicaciones.






