Dormir con el perro en la misma cama es una práctica común en muchos hogares. Para algunos representa una muestra de cariño y compañía, mientras que para otros genera dudas sobre sus efectos en la higiene, la salud o la calidad del descanso.
La veterinaria Sandra Mitchell, con más de 25 años de experiencia y colaboradora de la plataforma PetMD, analizó este hábito en un artículo especializado, señalando que no existe una respuesta definitiva. “No hay una respuesta corta y simple a esta pregunta. Es un quizá, una respuesta más complicada de lo que parece”, explicó.
Entre los beneficios, Mitchell destacó que compartir la cama con un perro puede fortalecer el vínculo con su dueño y mejorar la convivencia diaria. También señaló que la proximidad del animal puede brindar compañía cálida, seguridad y bienestar emocional, lo cual incluso ayuda a personas con ansiedad o dificultades para dormir.
Sin embargo, también existen riesgos que deben tomarse en cuenta. Los perros suelen permanecer atentos a su entorno durante el sueño, lo que puede interrumpir el descanso de las personas. Además, la presencia de pelo y caspa puede agravar las alergias, y si el animal ocupa demasiado espacio, puede limitar la postura y causar molestias ortopédicas.
La edad y el entrenamiento del perro son factores clave. Mitchell recomienda no permitir que un cachorro duerma en la cama hasta que esté completamente educado, pues “es mucho más fácil relajar las normas con el tiempo que hacerlas más estrictas”. A ello se suma la necesidad de cuidar la higiene, aplicar tratamientos antiparasitarios y acudir regularmente al veterinario para reducir el riesgo de transmisión de garrapatas u otros parásitos.