Iniciaremos diciéndote de lo que se trata, un enema es la inyección de un líquido en el recto a través de un pequeño tubo. En este caso, el líquido contiene una sustancia metálica (bario) que recubre el revestimiento del colon. Por lo general, los rayos X producen una imagen deficiente de los tejidos blandos, pero el revestimiento de bario produce una silueta relativamente clara del colon.
Durante un examen con enema baritado, puede bombearse aire en el colon. El aire expande el colon y mejora la calidad de las imágenes. Esto se denomina «enema de doble contraste con bario».
Su uso se recomienda en casos que requieran de limpieza fecal, por ejemplo, antes de una operación, exploración intestina y parto. Sin embargo, también cuando se lleva varios días sin evacuar.
¿Cómo se realiza un enema?
El enema se aplica por medio de un globo que bombea agua a través de manguera que se coloca en el ano. En un niño de 2 a 15 años se introduce 66 mililitros al día. En un adulto la cantidad aumenta a 250 mililitros al día. El efecto generalmente aparece después de cinco a diez minutos.
Aunque es un método seguro puede tener algunos efectos secundarios:
Náuseas
Dolor abdominal
Trastorno hidroelectrolítico
Proctitis
Escozor anal
Si tienes alguno de estos padecimientos no es recomendable que te hagas un enema
Si en el tracto gastrointestinal hay una obstrucción o íleo paralítico.
Si existe el peligro de una apendicitis o perforación intestinal.
Si se tienen un problema médico que cause diarrea como es la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Jamás en personas que sufran de insuficiencia renal.
Es importante que estes consiente que los enemas son la última opción cuando el cuerpo se niega a evacuar, cuando quieras hacerte uno en casa primero consulta a tu médico de cabecera.