Miles de fanáticos de Harry Potter visitan cada año Edimburgo, en Escocia, para revivir la magia de la saga. Estos turistas, provenientes de todo el mundo, generan millones de libras en ingresos para la región. Sam Thorne, guía del circuito «El camino de Harry Potter», conduce a un grupo de entusiastas del joven mago por un recorrido alternativo por Edimburgo, explorando los lugares que sirvieron de inspiración para la historia ficticia.
Entre las tumbas del cementerio de Greyfriars, los visitantes pueden encontrar lápidas con nombres similares a los de los personajes creados por J.K. Rowling, aunque la autora nunca ha confirmado que se inspirara en ellas. El recorrido, con un costo de 20 libras por persona y una duración de hora y media, permite a los fanáticos sumergirse en la atmósfera del mundo mágico. Los guías, como Jorge, comparten detalles y anécdotas sobre la saga mientras transitan por las calles de la ciudad.
El tour generalmente finaliza en la colorida y fotografiada Victoria Street, donde se encuentran dos tiendas de recuerdos. Los «pottermaniacos», como se les conoce a los seguidores de la saga, no dudan en gastar dinero en estos lugares, ya que para ellos es simbólico comprar productos relacionados con Harry Potter en la ciudad donde J.K. Rowling dio vida a la historia.
En una de estas tiendas, llamada «Enchanted Galaxy», una varita mágica de plástico cuesta 40 libras (unos 928 pesos mexicanos), mientras que una edición limitada de una escultura de un personaje de las películas alcanza un precio de 650 libras (más de 15 mil pesos).
A pesar de que no se han publicado nuevas películas ni libros de Harry Potter en los últimos años, la popularidad de la serie se mantiene gracias a un videojuego exitoso, una obra de teatro en Londres y la película «Animales fantásticos y dónde encontrarlos», una historia relacionada con la saga. Además, se espera el lanzamiento de una serie de televisión basada en el mundo mágico.