México se alista para celebrar el Día de Muertos 2025, una tradición reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que atrae a más de 6 millones de visitantes nacionales y extranjeros cada año. Desde ofrendas monumentales hasta recorridos nocturnos y talleres artesanales, el país ofrece múltiples formas de honrar a los difuntos y mantener viva esta herencia cultural. Aquí te presentamos ocho experiencias imperdibles para disfrutar de esta emblemática festividad.
En Huaquechula, Puebla, la Feria de las Ánimas se celebrará del 28 de octubre al 2 de noviembre, con impresionantes ofrendas dedicadas a los fallecidos del último año, acompañadas de desfiles de catrinas, incienso y música tradicional. En la ciudad de Puebla, los visitantes pueden aprender a preparar pan de muerto artesanal en talleres guiados por panaderos locales, quienes explican el significado de sus elementos simbólicos, con degustación incluida de chocolate poblano.
En la Ciudad de México, destacan dos celebraciones icónicas: las Noches de leyenda entre Diego Rivera y Xochimilco, un recorrido nocturno en trajinera con música, tamales y relatos tradicionales; y la Alumbrada de San Andrés Mixquic, donde las tumbas se iluminan con cientos de veladoras y flores de cempasúchil del 1 al 2 de noviembre, creando una atmósfera mágica que atrae a miles de visitantes cada año.
En el sur y centro del país, la oferta cultural también brilla. En Etla, Oaxaca, la Muerteada reúne a comparsas y bandas en una procesión llena de humor, tradición y color. En Papantla, Veracruz, el Festival Ninín comienza el 18 de octubre, con altares, danzas y gastronomía totonaca. En la Huasteca Potosina, el Xantolo se celebra del 30 de octubre al 2 de noviembre, con rituales, danzas y música ancestral. Y en Janitzio, Michoacán, los altares flotantes sobre el lago de Pátzcuaro ofrecen una de las postales más conmovedoras del Día de Muertos, con procesiones iluminadas que rinden tributo a los que ya partieron.






