El clima fresco y la lluvia pueden provocar rigidez y molestias en las articulaciones, especialmente en adultos mayores. Sin embargo, el ejercicio regular es clave para mantener la movilidad y combatir estos efectos.
Las bajas temperaturas pueden causar una disminución del flujo sanguíneo, lo que a su vez reduce la flexibilidad y aumenta la sensación de rigidez. Además, la contracción muscular como respuesta al frío puede agravar las articulaciones sensibles.
- Es fundamental iniciar cualquier rutina con unos minutos de calentamiento. Puede caminar en el lugar, mover los brazos en círculos o hacer rotaciones de cuello.
- Los estiramientos ayudan a aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento. Algunos estiramientos básicos incluyen:
- Inclinar la cabeza hacia los lados y adelante y atrás.
- Hacer círculos con los hombros hacia adelante y hacia atrás.
- Inclinar el cuerpo hacia adelante y tocar los dedos de los pies (si es posible).
- Sentarse en una silla y extender una pierna hacia adelante, tratando de alcanzar el pie con las manos.
- Ejercicios de resistencia con bandas elásticas o pesas ligeras pueden ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad.
La rigidez por el frío no tiene por qué limitar la vida de los adultos mayores. Con un programa de ejercicios adecuado y regular, es posible mantener la movilidad, mejorar la calidad de vida y disfrutar de un invierno activo y saludable.
Es importante recordar que se deben seguir indicaciones de médicos para saber si estos tipos de ejercicio no afectan las condiciones físicas.
