Los cineastas mexicanos Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga pusieron fin a una enemistad que duró dos décadas, durante el aniversario número 25 de la película Amores Perros, celebrado en el Palacio de Bellas Artes. El director y el guionista participaron en una función especial del clásico del cine mexicano, donde Iñárritu aprovechó el momento para reconocer públicamente la reconciliación con Arriaga, con quien trabajó en sus primeras tres películas y de quien se separó por diferencias creativas.
“Hace 20 años hubo una fractura, una separación dolorosa. Pero esta coyuntura del aniversario ha sido el marco perfecto para reencontrar ese cariño profundo que siempre compartimos. En un mundo lleno de odio e intolerancia, hemos decidido reconstruir esa hermandad. Quiero que le demos un aplauso enorme a mi hermano, Guillermo Arriaga”, expresó Iñárritu ante el público.
Segundos antes de concluir su discurso, el cineasta invitó al escenario a Arriaga, quien confirmó la reconciliación y destacó el valor del reencuentro: “Aún en momentos de heridas profundas, siempre existe la posibilidad de la conciliación. Y creo que, en un momento tan complicado en el mundo, que este señor y yo estemos juntos de nuevo, como lo que siempre fuimos: hermanos, es algo muy poderoso. Ayer nos vimos por primera vez después de dos décadas”, dijo el escritor y ganador del premio Alfaguara 2020.
Para Iñárritu, Amores Perros representa una de las obras más significativas de su carrera, no solo por su impacto cinematográfico, sino por la familia artística que surgió de ella, integrada también por Gael García Bernal y Emilio Echevarría. La reconciliación entre ambos pone fin a una ruptura surgida a mediados de los 2000, tras las diferencias en torno al crédito autoral de sus colaboraciones. Juntos, Iñárritu y Arriaga crearon una de las trilogías más influyentes del cine contemporáneo con Amores Perros, 21 Gramos y Babel, cintas que les dieron reconocimiento internacional y marcaron una época en el cine mexicano.
