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Intolerancia a la lactosa: ¿Por qué afecta a tantas personas?

La intolerancia a la lactosa es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, causando síntomas incómodos y, en algunos casos, complicaciones de salud. Pero ¿por qué algunas personas pueden tomar leche sin problemas, mientras que otras experimentan malestar estomacal, hinchazón y otros síntomas? La respuesta se encuentra en una enzima clave llamada lactasa, que desempeña un papel fundamental en la digestión de los productos lácteos.

¿Qué es la lactosa y cómo se digiere?

La lactosa es un azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Para digerirla correctamente, el intestino delgado produce lactasa, una enzima que descompone la lactosa en dos azúcares simples: glucosa y galactosa. Estos azúcares pueden ser absorbidos fácilmente por el cuerpo y utilizados como fuente de energía.

Sin embargo, en las personas con intolerancia a la lactosa, el cuerpo produce una cantidad insuficiente de lactasa, o en algunos casos, la producción de esta enzima se reduce con la edad. Esto impide que la lactosa se descomponga adecuadamente, pasando al intestino grueso sin ser digerida. Allí, las bacterias intestinales intentan descomponerla, generando gases y ácidos que causan síntomas como hinchazón, dolor abdominal, diarrea y flatulencias.

¿Por qué algunas personas son intolerantes y otras no?

La intolerancia a la lactosa está influenciada en gran medida por factores genéticos y evolutivos. En muchas poblaciones de origen europeo, una mutación genética permite que la producción de lactasa continúe durante toda la vida. Esta adaptación evolucionó en regiones donde los productos lácteos eran una fuente importante de alimento y nutrición. Sin embargo, en gran parte de Asia, África y América Latina, las personas no presentan esta mutación y suelen experimentar una disminución en la producción de lactasa después de la infancia.

La prevalencia de intolerancia a la lactosa varía en todo el mundo. En México, por ejemplo, se estima que alrededor del 80% de la población tiene algún grado de intolerancia, lo que hace que sea una condición común en el país.

¿Cómo se puede manejar la intolerancia a la lactosa?

Existen varias formas de manejar esta condición sin necesidad de eliminar completamente los lácteos de la dieta. Algunas personas optan por consumir leche sin lactosa, que contiene lactasa añadida para ayudar en la digestión. También están los suplementos de lactasa que pueden tomarse antes de consumir productos lácteos. Otra opción es elegir alimentos fermentados, como el yogur, que son más fáciles de digerir para las personas con intolerancia.

La intolerancia a la lactosa es una condición que afecta a un gran número de personas y que puede ser manejada con cambios en la dieta y opciones alimenticias adecuadas. Sin embargo, los síntomas pueden variar, y es importante que quienes los experimenten consulten a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y encontrar las mejores opciones para mejorar su calidad de vida.