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[VIDEO] Joel Hernández: el arte y legado de la peluquería

Después de cuatro años en Michoacán y cuatro en Guerrero, llegó a Matehuala para consolidar "La Michoacana"

El señor Joel Hernández no solo corta cabello, también teje historias. Desde hace 31 años, el ir y venir de sus tijeras y el ruido de sus máquinas han sido la “música” de la peluquería «La Michoacana», un espacio donde el estilo se mezcla con los recuerdos de una comunidad entera.

El camino de Joel en el oficio comenzó en su natal Michoacán. Su primer cliente, un joven de pelo largo que solo pedía un corte con tijera, lo puso a prueba: los nervios lo traicionaron, se cortó la mano y tuvo que parar. Con la guía de sus maestros, pudo terminar el trabajo, y esa experiencia hoy la cuenta como la lección que le enseñó a tener respeto por el oficio.

Después de cuatro años en Michoacán y cuatro en Guerrero, llegó a Matehuala para consolidar «La Michoacana». Ahí vivió la transición de la tijera a la máquina, una evolución que, según su visión, ha perfeccionado el arte de la peluquería. Con la experiencia, descubrió que los cortes que parecen más sencillos, como el de un militar o un policía, en realidad son los que más precisión requieren.

Más allá del arte con el cabello, Joel ha compartido su pasión. A lo largo de los años, ha sido maestro de más de 250 personas, incluyendo a unos 40 miembros de su familia, quienes hoy continúan su legado. Para Joel, su mayor meta no es la cantidad de cortes o de aprendices que ha tenido, sino aprenderse el nombre de cada uno de sus clientes. Él, en lugar de clientes, ve amigos.

Por eso, agradece que, después de tanto tiempo, la gente de Matehuala lo siga eligiendo, no solo por su oficio, sino por el vínculo que han construido a lo largo de los años.