Convertir las cenizas de tus seres queridos en diamantes es un proceso en el que después de ser cremado, se toman 500 gramos de las cenizas, aunque también puede ser posible tomar un poco de pelo para así crear un diamante.
Una vez que se tienen las cenizas, se hará una separación de minerales y óxidos, siendo el carbono el mineral principal para poder elaborar la piedra. Después de que se filtre y extraiga el carbono puro se llevará a cabo el proceso de grafitación.
Al término de la grafitación, el carbono se cultiva y se cuida el crecimiento de la piedra preciosa. Después de varias semanas se obtiene un diamante en bruto de acuerdo al tamaño que haya elegido la persona.
