Comenzar el día con un desayuno nutritivo es clave para mantener la energía, mejorar la concentración y promover una buena salud. Expertos en nutrición recomiendan opciones balanceadas que incluyan proteínas, fibra, grasas saludables y carbohidratos complejos. Aquí, algunas de las mejores alternativas:
1. Avena con frutas
La avena es rica en fibra, lo que ayuda a la digestión y mantiene la saciedad. Combinarla con frutas como plátano, fresas o arándanos añade vitaminas y antioxidantes. Un toque de semillas (chía, linaza) o nueces aporta grasas buenas.
2. Huevos con aguacate y pan integral
Los huevos son una excelente fuente de proteína y colina (nutriente esencial para el cerebro). Acompañarlos con aguacate —rico en grasas monoinsaturadas— y pan integral proporciona energía sostenida.
3. Smoothie verde
Ideal para quienes tienen poco tiempo. Mezclar espinaca, plátano, leche vegetal (o yogurt griego) y una cucharada de mantequilla de maní ofrece vitaminas, minerales y proteínas en un solo vaso.
4. Yogurt griego con frutos secos y miel
El yogurt griego es alto en proteína y probióticos, beneficiosos para la flora intestinal. Añadir nueces, almendras y un poco de miel natural lo convierte en un desayuno delicioso y nutritivo.
5. Chilaquiles con salsa verde y frijoles
Para quienes prefieren sabores tradicionales, los chilaquiles (preferiblemente con tortillas horneadas y salsa casera) acompañados de frijoles aportan proteína vegetal y carbohidratos complejos.
¿Qué evitar?
Los nutricionistas sugieren limitar el consumo de alimentos ultraprocesados como cereales azucarados, jugos envasados o bollería industrial, ya que pueden causar picos de glucosa y poca saciedad.
Un buen desayuno adaptado a las necesidades personales —ya sea para deportistas, niños o personas con dietas especiales— puede marcar la diferencia en el rendimiento diario. La clave está en combinar nutrientes y elegir ingredientes frescos.