En la búsqueda de una alimentación más sana, las verduras se alzan como pilares fundamentales. Ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, su consumo regular se asocia con una reducción del riesgo de enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Pero, ¿cuáles son las verduras que realmente ofrecen el mayor impacto en nuestra salud?
ESPINACAS Y ACELGAS: Estas hojas verdes son potencias nutricionales. Las espinacas son ricas en vitamina K para la salud ósea, mientras que la acelga es alta en magnesio. Ambas contienen antioxidantes como la luteína que protegen la vista.
BRÓCOLI Y COLIFLOR: Pertenecientes a la familia de las crucíferas, son conocidas por sus propiedades anticancerígenas. Contienen sulforafano, un compuesto que protege las células. Además, son excelentes fuentes de vitamina C y vitamina K.
COL RIZADA: Considerada una de las verduras más densas en nutrientes, el kale es una fuente incomparable de vitaminas A, C y K. También aporta calcio y antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación.
ZANAHORIAS: Famosas por su alto contenido de betacaroteno, que el cuerpo transforma en vitamina A, esencial para una visión saludable y un sistema inmunitario fuerte.
PIMIENTOS MORRONES: Son una fuente excepcional de vitamina C, superando a muchos cítricos, especialmente los de color rojo. Esta vitamina es un antioxidante que favorece la producción de colágeno, vital para la piel.