Los perros, seres fieles y enigmáticos, han suscitado numerosos debates sobre su capacidad para percibir lo inexplicable. Una creencia arraigada sugiere que los ladridos nocturnos de los canes podrían estar relacionados con la presencia de fantasmas. Sin embargo, expertos en comportamiento canino desmontan esta teoría, subrayando aspectos más tangibles de la conducta de estos animales.
Russell Hartstein, consultor en comportamiento canino de Los Ángeles, California, señala que no existe evidencia científica que respalde la idea de que los perros puedan ver fantasmas. Hartstein destaca que los comportamientos ansiosos de los perros están más relacionados con sus sentidos agudos y su capacidad de percepción, habilidades que los humanos no poseen.
Por su parte, Mary Burch, directora del Programa de perros familiares del American Kennel Club (AKC), apunta que la aguda visión y el olfato sobresaliente de los perros les permiten detectar movimientos y olores imperceptibles para los humanos, pero esto no implica la existencia de entidades sobrenaturales. Burch enfatiza que los comportamientos ansiosos de los perros pueden estar ligados a condiciones mentales o físicas afectadas, como la ansiedad o el Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC), una forma de demencia que afecta a los perros ancianos.
Jen Jones, especialista en perros y fundadora de Your Dog Advisor, destaca las habilidades sensoriales extraordinarias de los canes, como su agudo sentido del olfato, que les permite detectar enfermedades como el cáncer, y su capacidad para predecir convulsiones. Jones subraya que si bien los perros pueden ser sensibles a fenómenos naturales y captar señales que escapan a los humanos, la idea de que puedan ver fantasmas carece de fundamentos sólidos.
En resumen, si bien los perros poseen habilidades sensoriales sobresalientes, su propensión a comportamientos ansiosos no debe atribuirse necesariamente a la percepción de lo paranormal. Más bien, estos comportamientos pueden ser indicativos de condiciones médicas o mentales subyacentes que requieren atención y cuidado por parte de los propietarios responsables.
