El pan de muerto es un ícono de la gastronomía mexicana, preparado especialmente para honrar a nuestros seres queridos durante el Día de Muertos. Su aroma, suavidad y decoración característica lo convierten en un símbolo de tradición y cariño que une a las familias en esta celebración. A continuación, te comparto una receta clásica para que puedas disfrutarlo en casa.
Ingredientes:
- 500 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 4 huevos
- 20 g de levadura fresca (o 7 g de levadura seca)
- 100 ml de leche tibia
- Ralladura de 1 naranja
- 1 cucharadita de esencia de azahar (opcional)
- 1 pizca de sal
- Azúcar extra para decorar
- Mantequilla derretida para barnizar
Preparación:
- Activar la levadura:
Disolver la levadura en la leche tibia con una cucharadita de azúcar y dejar reposar 10 minutos hasta que haga espuma. - Mezclar ingredientes secos:
En un recipiente grande, colocar la harina, el azúcar, la pizca de sal y la ralladura de naranja. - Agregar los líquidos:
Hacer un hueco en el centro y añadir los huevos, la mantequilla y la esencia de azahar. Incorporar poco a poco la leche con levadura. - Amasar:
Amasar durante 10-15 minutos hasta obtener una masa suave, elástica y ligeramente pegajosa. - Primer levado:
Formar una bola con la masa y cubrir con un paño. Dejar reposar en un lugar cálido durante 1-2 horas, hasta que doble su tamaño. - Formar los panes:
Separar un poco de masa para hacer los “huesitos” decorativos. Formar una bola con el resto para el cuerpo del pan y colocar los “huesitos” cruzados encima, junto con una bolita en el centro. - Segundo levado:
Dejar reposar los panes formados 30-40 minutos. - Hornear:
Precalentar el horno a 180°C y hornear 25-30 minutos, hasta que estén dorados. - Barnizar y decorar:
Sacar del horno y mientras aún están calientes, pincelar con mantequilla derretida y espolvorear azúcar.
Disfrutar de un pan de muerto recién hecho es mucho más que saborear un dulce; es mantener viva una tradición, recordar a quienes ya no están y compartir momentos de unión con la familia. Este pan, aromático y suave, es la forma perfecta de celebrar la memoria y el cariño que nos conecta con nuestras raíces.





