En un mundo cada vez más acelerado, la capacidad de retener información se ha convertido en una habilidad esencial. Pero, ¿qué podemos hacer para fortalecer nuestra memoria? Expertos coinciden en que no es un superpoder innato, sino un músculo que se puede entrenar.
Uno de los pilares fundamentales es el descanso adecuado. Durante el sueño, nuestro cerebro consolida los recuerdos del día. La falta de sueño de calidad puede afectar seriamente la capacidad de concentración y retención. Otro factor crucial es la alimentación. Alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras de hoja verde, y en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, nutren el cerebro y lo mantienen en óptimas condiciones.
Además de los hábitos de vida, existen técnicas específicas. La repetición espaciada es una de las más efectivas, ya que consiste en repasar la información a intervalos cada vez más largos. También se recomienda el aprendizaje activo, que implica interactuar con la información en lugar de simplemente leerla, por ejemplo, resumiendo un texto o explicándolo con tus propias palabras.