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Diferencias entre miomas, quistes y pólipos

Es muy normal que podamos confundirnos cuando escuchamos hablar de quistes de ovarios, miomas uterinos o pólipos, pero es importante conocer las diferencias, síntomas, causas y tratamientos de cada uno para poder detectarlos a tiempo. A continuación explicamos las diferencias entre estos padecimientos.

Miomas uterinos.

Los miomas uterinos son tumores no cancerosos del útero que suelen aparecer en la edad fértil de la mujer. Los principales síntomas de los miomas uterinos son; sangrado menstrual abundante, dolor, estreñimiento, ganas frecuentes de orinar y relaciones sexuales dolorosas. El tratamiento para los miomas uterinos dependerá del caso y paciente, pero existe una amplia variedad, medicamentos especiales, cirugía no invasiva, radiofrecuencia, etc…

Quistes de ovarios.

Los quistes ováricos son más frecuentes en la edad fértil, aunque también se observan después de la menopausia. Los quistes son formaciones que albergan en su interior una cavidad hueca que puede estar llena de líquido. La mayoría son benignos, aunque en ocasiones, pueden presentar células malignas. Los principales síntomas son: dolor y sensación de pinchazos en la parte inferior del abdomen e hinchazón. En los casos más graves pueden provocar vómitos y fiebre. Las causas de los quistes son enfermedad pélvica inflamatoria, el embarazo, desajustes hormonales, endometriosis, entre otras. El tratamiento depende del caso, pero por lo regular va de la toma de anticonceptivos orales, o bien, de cirugía para extraer el quiste de ovario.

Pólipos endometriales.

Los pólipos endometriales se presentan en el 10% de las mujeres. Son crecimientos de la mucosa del útero cuya forma recuerda a la de una verruga. Se presentan en mujeres con baja fertilidad, por lo que hay evidencia que sugiere que pueden tener un efecto negativo sobre la capacidad de fecundación y/o de llevar un embarazo a término. Se detectan entre el 11-45% de las mujeres sometidas a fecundación in vitro (FIV) y en el 16,7% de las pacientes con fracasos en este tipo de tratamientos. También están presentes en el 47% de las mujeres con endometriosis. Los mecanismos por los que pueden interferir en la fertilidad no se conocen bien, algunos de ellos podrían estar relacionados con la obstrucción al paso del esperma, a la implantación de los embriones, o a la inflamación que pueden producir, lo que podría alterar la capacidad de la membrana de recibir al embrión, dificultando su implantación.

¿Cómo se diagnostican?

Los pólipos endometriales frecuentemente se diagnostican de forma fortuita, es decir, que se detectan durante una exploración ginecológica de rutina. Se pueden diagnosticar mediante ecografía transvaginal bidimensional o tridimensional en la fase proliferativa temprana del ciclo menstrual, y por ecografía con infusión salina o la histeroscopia.

Los quistes ováricos se suelen diagnosticar durante las ecografías que se realizan de rutina durante el embarazo.

Los miomas uterinos se pueden diagnosticar mediante Doppler color, o por ecografía en escala de grises convencional.

Es muy importante que realices las visitas adecuadas con tu ginecólogo, para poder detectar cualquier enfermedad o padecimiento que se esté presentando en tu cuerpo, muchas veces no hay síntomas.

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