Cada año, cientos de miles de personas desaparecen en el mundo, dejando a familias y amigos atrapados entre la incertidumbre y el dolor. Entre los casos más enigmáticos figura el de Maura Murray, estudiante de enfermería de 21 años, cuya desaparición el 9 de febrero de 2004 en Haverhill, New Hampshire, se ha convertido en uno de los más desconcertantes en la historia de Estados Unidos.
Ese día, Maura salió en su auto Saturn SL 2001 y realizó varias actividades que desconcertaron a sus familiares: envió un correo a sus profesores justificando su ausencia por la supuesta muerte de un familiar, lo cual era falso, retiró dinero en un cajero automático y compró varias botellas de alcohol en una tienda. Horas más tarde, se accidentó en la carretera 112. Un conductor de autobús se detuvo para auxiliarla, pero ella rechazó su ayuda asegurando que ya había llamado a la policía, lo que resultó ser mentira.
Cuando los agentes llegaron apenas 15 minutos después, encontraron solo el auto con pertenencias personales en su interior: las botellas de alcohol, un libro de senderismo, ropa y un peluche, pero no había rastro de Maura. Desde entonces, múltiples búsquedas y revisiones en las casas cercanas a la zona no han arrojado resultados.
Hoy, a 21 años de su desaparición, la familia de Maura mantiene viva su memoria con homenajes en el lugar del accidente, donde colocan un moño azul como símbolo de esperanza. Sin pistas claras y con teorías que van desde un accidente encubierto hasta un secuestro, el caso sigue abierto, convertido en uno de los mayores misterios sin resolver de las últimas décadas.