Durante un paseo por la playa en la costa de Gales del Sur, Tegan, una niña de 10 años, hizo un descubrimiento extraordinario que ha dejado asombrados a los paleontólogos: huellas de dinosaurios de 200 millones de años de antigüedad. Acompañada de su madre Claire, la pequeña Tegan encontró cinco huellas de un tamaño impresionante, cada una midiendo 75 cm, lo que hace que cualquier ser humano parezca diminuto en comparación.
Estas huellas, que pertenecen a un dinosaurio de gran tamaño, probablemente un herbívoro del período Triásico tardío, han sido identificadas como pertenecientes a un «dinosaurio sauropodomorfo». Este tipo de dinosaurio es conocido por su tamaño colosal y es un hallazgo significativo, ya que refuerza la idea de que Gales, aunque previamente no se pensaba que hubiera sido un área con mucha presencia de dinosaurios, ahora se está consolidando como un importante foco de fósiles de estos antiguos seres.
El patrón consistente de las huellas, que incluye tanto pies izquierdos como derechos, sugiere que se trata de huellas genuinas y bien conservadas. Además, este descubrimiento no es el primero de su tipo en la región. En 2014, los paleontólogos ya habían encontrado el esqueleto casi completo de un dracoraptor de 201 millones de años en la misma playa donde Tegan encontró las huellas.